jueves, 18 de agosto de 2011

Libros para el verano. Los fantasmas de Italia,


Paloma Gómez Borrero recorre Italia en busca de lugares encantados e historias de fantasmas.

"En mi último libro Fantasmas de Roma, hablé de los espíritus que habitan las ruinas y palacios de la capital italiana. Esta vez mi búsqueda ha sido más amplia y he recorrido los lugares encantados de Venecia, Turín, Ravena y Nápoles para conocer los fantasmas de los que murieron bajo la lava de volcanes, en cárceles lúgubres, víctimas de la peste y de torturas espeluznantes.
Pero no todo son fantasmas de hace siglos, también hablo de los que yo he conocido en persona y que frecuentan las casas de algunos de mis amigos. ¡Una noche un fantasma le arrancó los botones del pijama a una de mis amigas mientras dormía! Y como era un espíritu muy considerado, los dejó recogidos dentro del cenicero de la mesilla de noche.
Son casi todos seres más bien serios y respetuosos que se divierten asustando y espero que mis lectores se también disfruten mucho con sus historias".



Paloma Gómez Borrero.


Un libro que nos pone en contacto con seres del más allá, ésta vez de mano de una ferviente católica. A tal cuestión se le preguntó y ella manifestó que el propio San Agustín precisó que de alguna forma ..."ellos siguen ahí".

Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!

Me has amado en el país de las sombras, ¡y no te resignas a verme en el de las eternas realidades!

Morirse no es nada importante... sólo me he ido al cuarto de al lado. Pero yo sigo siendo yo, igual que tú sigues siendo tú.

Seguimos siendo lo que éramos el uno para el otro.

Sigue llamándome con el nombre de siempre,

háblame igual que lo hacías antes,

no emplees un tono diferente,

ni más solemne ni más triste.

Sigue riendo con lo que nos hacía reír juntos.

Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo,

que mi nombre se oiga en casa igual que siempre,

sin énfasis ni temor alguno.

¿Por qué tendría que estar yo lejos de tus pensamientos? ¿Simplemente porque tus ojos no me ven?

No, estoy lejos, sólo estoy al otro lado del camino.

Todo va bien.

Enjuga, tu llanto, y no llores.



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