domingo, 30 de octubre de 2011

Poema para un día de difuntos

Vivo sin vivir en mí
y de tal manera espero
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor
porque vivo en el Señor
que me quiso para sí
cuando el corazón le dí
puse en él este letrero
que muero porque no muero.

Esta divina prisión
del amor en que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo
y libre mi corazón
y causa en mi tal pasión
ver a Dios mi prisionero
que muero porque no muero.

Ay! Qué larga es esta vida
qué duros estos destierros
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida.
Solo esperar la salida
me causa dolor tan fiero
que muero porque no muero.


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